Carteras modelo de T-Advisor

Carteras modelo, el producto de moda en inversiones

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Carteras modelo de T-Advisor Las carteras modelo son uno de los conceptos de moda en inversiones. Se mencionan en todas partes y la tendencia robot asesora los ha subrayado como una solución estándar para ofrecer productos de inversión sencillos y más baratos con retornos interesantes. En T-Advisor, las carteras modelos no son nada nuevo. Lo vimos claro desde nuestro inicio hace tres años. Uno de nuestros módulos es específico para proporcionar dos tipos diferentes: carteras de ETF divididas en diferentes perfiles de riesgo and carteras de acciones divididas en mercados. Nuestra estrategia se basa en cálculos cuantitativos. Son complejos modelo matemáticos que ayudan a detectar oportunidades de inversión mezclando diferentes indicadores, como rentabilidad histórica, volatilidad, tendencia, alfa, VaR, correlaciones… el cóctel de datos depende del desarrollador y el estratega, que trabajan juntos para encontrar la composición apropiada de este conjunto de datos para conseguir los activos más interesantes y el mejor rendimiento. En nuestro caso, nuestras carteras modelo juegan con dos criterios: el mejor retorno y la preservación de capital. Buscamos buenas rentabilidades para superar las del mercado, pero también reducimos pérdidas comparadas con los índices de referencia en periodos bajistas. Para mantener estas metas, revisamos cada dos meses las carteras modelo para rebalancear los activos que no funcionan como deseamos. Las carteras modelo son sencillas para los clientes: la estructura es clara, se basan en una estrategia disciplinada y los cambios son ocasionales, para hacer ajustes en determinados periodos. Sin embargo, no son productos fáciles para las empresas que los ofrecen, porque necesitan unos sistemas de cálculo robustos, como los que hemos desarrollado en T-Advisor, Además, no podemos decir que la máquina trabaja sola, porque los gestores de patrimonios supervisan el proceso, creando la estrategia y analizando posibles cambios. Aunque las carteras modelo están vinculadas a los robot asesores, no son totalmente robóticas y las utilizan compañías tradicionales de inversión. Las carteras modelo son flexibles, porque el gestor puede diseñarla teniendo en cuenta diferente diversificación, riesgo, activos, divisas o áreas geográficas. Son también sencillas de explicar a los inversores, porque parecen cajas hechas a medida. Veamos un ejemplo en T-Advisor: nuestra cartera de México, compuesta por 10 acciones locales. Nuestra rentabilidad a 1 años fue del 22,69%. Cartera modelo de México en T-Advisor El índice IPC mexicano tuvo una rentabilidad a 1 año del… 0,46%. Índice IPC de México en el último año Este es un ejemplo claro de cómo funciona una cartera modelo. Los inversores particulares las eligen porque son fáciles de entender y los gestores de patrimonio, porque son fáciles de explicar. La comunicación tienen un papel muy importante en las finanzas y los productos sencillos ofrecen más confianza.

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