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CARTERAS CONSERVADORAS VS AGRESIVAS

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La decisión de invertir una cantidad de dinero en una cartera de inversión específica es una tarea ardua que conlleva un análisis y estudio de las necesidades y características que tiene esa cartera de inversión. Pero, las decisiones no finalizan en esta elección, una vez decidido donde se invertirá, se tiene que saber qué tipo de inversión se va a realizar según el criterio de cada inversor.

A continuación, detallaremos las características y diferencias de los inversores según el factor riesgo ante la toma de decisiones a la hora de invertir.

1.Cartera conservadora:

La modalidad de inversión basada en la gestión por medio de una cartera conservadora es propio de aquellos inversores que se caracterizan por sentir un rechazo contra el riesgo. Éstos valoran que todas las acciones que se lleven a cabo sean muy seguras y así no tenga que asumir el menor riesgo posible.

Los inversores conservadores prefieren las inversiones que les proporcionen un rendimiento fijo mensual o anual o una previsión de los mismos, y crean sus carteras en base a esta filosofía. A la vez, normalmente escogen depósitos a un plazo fijo o con unas divisas sin riesgos, como por ejemplo el dólar o el euro. La mayor parte de las inversiones de las personas conservadoras se dividen en un 20% de acciones y un 80% de bonos, donde así aseguran las operaciones mayores sin riesgo.

Al fin y al cabo, lo que se busca con una cartera conservadora es lograr mantener unas inversiones que proporcionen unos beneficios estables y seguros. Estas personas se sienten cómodas con la mayor seguridad que aportan esta clase de carteras y siempre será la opción más segura, aunque también probablemente menos lucrativa.

2. Cartera agresiva:

La cartera agresiva es una gestión de inversiones propia de aquellos individuos que se distinguen de los demás por ser unos apasionados del riesgo que están en búsqueda constante de encontrar el mayor rendimiento posible de todas las operaciones que realizan, asumiendo así un riesgo elevado. Las inversiones agresivas se basan en productos por tanto de mayor riesgo, derivador y acciones menos conservadoras, donde las operaciones se basan en las fluctuaciones económicas de la bolsa. Como es de esperar, con un gran riesgo hay una mayor posibilidad de retorno, y la posibilidad de alcanzar grandes beneficios es la motivación que conduce a los inversores agresivos.

¿Cuál es la mejor elección?

Un dato cierto es que por mucho que un inversor se considere conservador e intente evitar cualquier riesgo, el hecho de tener su patrimonio a un plazo fijo o sin riesgo no le permitirá beneficiarse de los cambios positivos que sufre el mercado y tendrá el riesgo de no haber podido ganar más.

La elección acertada será siempre 100% subjetiva dependiendo de cada persona y cada momento. Evaluar tu personalidad, formación y tu capacidad de afrontar el estrés que viene dado de la mano del riesgo y sus posibles pérdidas, junto con los objetivos personales como inversor serán los factores que determinarán cuál va a ser la decisión más válida para definir tu cartera.

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